Una secuencia sorprendente, capturada en octubre de 2024 frente a las costas de Yemen, revela un misil estadounidense Hellfire lanzado por un dron Reaper contra una esfera luminosa misteriosa. En lugar de destruir su objetivo, el misil parece rebotar, dejando al OVNI (objeto volador no identificado) indemne, un fenómeno único que ha llamado la atención de expertos y responsables políticos.
Una video inexplorada
Difundida durante una audiencia en el Congreso estadounidense en septiembre de 2025, esta grabación fue presentada por el representante Eric Burlison. Muestra claramente el misil Hellfire impactando el objetivo, pero rebotando en lugar de explotar o neutralizar el objeto. Lue Elizondo, un exoficial de inteligencia, destaca que este comportamiento es inédito para este tipo de misil, cuyo impacto generalmente es devastador.
Un objeto inexplicable en un contexto militar tenso
El OVNI, oficialmente clasificado como UAP (fenómeno aéreo no identificado), fue observado deslizándose a gran velocidad sobre el agua, seguido por dos drones MQ-9 Reaper. Esta aparición se produce en una zona de conflicto, lo que sugiere una posible conexión con tecnologías militares avanzadas de una potencia global, más que con un origen extraterrestre.
Hacia más transparencia y investigación
El Congreso exige más claridad e información sobre estos fenómenos aéreos no identificados, que continúan rodeados de misterio. Este video, proveniente de un informante, aún está siendo analizado por expertos independientes. Resalta el creciente interés de Estados Unidos en la vigilancia y comprensión de las amenazas aéreas no convencionales.
Entre fascinación e inquietud pública
En las redes y entre los legisladores, la imagen del misil rebotando provoca una mezcla de fascinación, debates e inquietud. Algunos ven en esto la evidencia de una tecnología extraordinaria, mientras que otros se preguntan sobre la realidad y las intenciones detrás de estos fenómenos, alimentando fantasías y diversas teorías.
En definitiva, este video excepcional reabre el debate sobre la naturaleza de los UAP y la capacidad de las fuerzas armadas para afrontarlos, anunciando un futuro en el que la ciencia y el espionaje deberán equiparse con transparencia y rigor.