Una reciente investigación publicada por la NASA genera expectativas sobre la posible existencia de vida antigua en Marte. Un análisis minucioso de muestras de rocas sedimentarias recolectadas en el cráter Jezero sugiere indicios que podrían estar relacionados con la actividad microbiana.
Muestras reveladoras para los científicos
En julio de 2024, el rover Perseverance recogió lodos en una zona que en el pasado estuvo cubierta por un lago, donde el agua estuvo presente en Marte hace más de 3.5 mil millones de años. Estas rocas contienen minerales como la vivianita (fosfato de hierro) y la greigita (sulfuro de hierro), asociados a reacciones químicas similares a las provocadas por la actividad microbiana en la Tierra.
Un descubrimiento prometedor, pero por confirmar
Aunque estas biosignaturas potenciales suelen corresponder a procesos biológicos observados en nuestro planeta, los investigadores mantienen una postura cautelosa. Fenómenos geológicos no biológicos pueden generar reacciones semejantes, y la confirmación de estos hallazgos requerirá el análisis de muestras que serán traídas de regreso a la Tierra en una misión futura programada para la década de 2030.
Hacia la comprensión del pasado habitable de Marte
Estos resultados refuerzan la hipótesis de que Marte, en algún momento, pudo haber sido habitable con la existencia de cuencas lacustres y habría tenido condiciones propicias para la vida microbiana. Este es un hito crucial en la exploración espacial y fomenta la esperanza de descubrimientos futuros, especialmente con la misión “Mars Sample Return”.
En definitiva, la NASA continúa sus investigaciones, y cada nuevo hallazgo en Marte aviva la interrogante fundamental: ¿podría confirmarse algún día la existencia de vida más allá de nuestro planeta?