Un parche ultradelgado equipado con sensores analiza continuamente el estrés y la carga mental: esta herramienta podría, en un futuro cercano, alertar de manera discreta a miles de trabajadores antes de que sufran un agotamiento (burnout).
Una tecnología ultraprecisa
Desarrollado por equipos en Texas, este tatuaje electrónico se presenta como “una pegatina flexible” que se adhiere a la piel (en la frente o en una zona sin vello). En su interior, posee micro-sensores que monitorean simultáneamente el ritmo cardíaco, la sudoración, las señales hormonales y las ondas cerebrales, todos indicadores tempranos de un estrés crónico y un agotamiento latente.
Un algoritmo que interpreta las señales débiles
Los datos captados son analizados por una inteligencia artificial (IA): esta detecta cualquier variación en la carga mental o en la tensión fisiológica, a veces varios días antes de que el agotamiento se manifieste. En caso de detectar desviaciones, se envía una notificación que invita a tomar un descanso, realizar un ejercicio de respiración o consultar a un profesional, antes de que la situación se agrave.
Un cambio en la salud mental en el trabajo
Este “e-tatuaje” promete una alerta ultratemprana, de costo accesible (<200 €), sin molestias ni intrusiones. Los investigadores subrayan la importancia de la privacidad: los datos están cifrados, almacenados localmente y permanecen confidenciales, evitando así cualquier riesgo de explotación por parte del empleador. Este dispositivo marca el inicio de una nueva era en la prevención, aunque plantea interrogantes éticos sobre el consentimiento y la vigilancia en la vida profesional diaria.
Al anticipar los señales de agotamiento antes de que se vuelvan evidentes, este tatuaje electrónico demuestra cómo la tecnología y la salud mental pueden converger. Si bien su potencial es indiscutible, su adopción debe ir acompañada de un marco ético riguroso que garantice la privacidad y el respeto por las decisiones individuales. En un momento en que la sobrecarga mental afecta a un número cada vez mayor de profesionales, esta innovación podría convertirse en un aliado discreto pero poderoso en la preservación del bienestar en el trabajo.