En Oak Park y River Forest High School (Illinois, Estados Unidos), una decisión controvertida ha generado polémica: la administración ha eliminado las puertas exteriores de los baños con el fin de “restringir el vaping, las peleas y las ausencias de los estudiantes”.
Un contexto de desviaciones en los baños
Desde hace varios meses, docentes, monitores y padres de esta escuela han reportado incidentes repetidos en los baños: vaping, conflictos, ausencias prolongadas y el uso del lugar como refugio para eludir las clases. Ante la magnitud del problema, la administración decidió retirar las puertas en las entradas, tanto en los baños de niñas como de niños.
Privados de intimidad: estudiantes movilizados
Si bien la dirección asegura que “ninguna puerta de cabina ha sido retirada”, el nuevo sistema, que funciona “al estilo aeropuerto”, no convence a los alumnos. Una petición impulsada por Laila Rosenthal reclama la reinstalación de las puertas exteriores, mencionando ansiedad, sensación de falta de seguridad y la necesidad de un refugio en casos de emergencia. Desde el inicio del año escolar, más de 10,000 firmas respaldan la movilización y el creciente malestar.
La dirección asume aún frente a la polémica
Para la institución, la medida habría “permitido una notable reducción de los incidentes en los baños en pocas semanas”. La dirección enfatiza que solo las entradas están expuestas, y que esta práctica ya se observa en otros espacios públicos. A pesar de las protestas, no se contempla en este momento una reevaluación de la decisión.
Esta medida radical pone de relieve el dilema que enfrentan muchas escuelas: equilibrar la seguridad y la disciplina sin sacrificar la privacidad y el bienestar de los estudiantes. En Oak Park y River Forest High School, el debate continúan abierto, entre la aparente eficacia y la incomodidad sentida, dejando en el aire la pregunta: ¿hasta dónde se puede llegar para restablecer el orden sin comprometer la confianza y el confort de los jóvenes?