Esta mujer gana 3000 euros al mes con una actividad que nadie habría imaginado

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A diferencia de lo que podríamos imaginar, Kirsty Farts ha descubierto una forma « original » de generar ingresos constantes: la venta de videos de sus flatulencias en línea. Este sorprendente negocio no solo le permite saldar sus deudas, sino que también le hace « sentirse libre y auténtica ante sus suscriptores ».

Un negocio nacido de una necesidad financiera

Hace dos años, esta mujer de 28 años originaria de Gales se enfrentaba a una significativa deuda de más de 12,000 euros. Al no poder resolverla de otra manera, Kirsty se inspiró en una norteamericana que ya había triunfado en este campo atípico y decidió aventurarse también en la comercialización de sus flatulencias en una plataforma de contenido para adultos.

 

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Una presencia activa y una audiencia fiel

Kirsty publica hasta 60 videos al mes, donde filma distintos escenarios de expulsión de aire, a menudo en contextos singulares o utilizando objetos cotidianos. Además, interactúa personalmente con sus seguidores, muchos de los cuales se sienten atraídos por este contenido específico, un fenómeno conocido como eproctofilia. Su cuenta de Instagram cuenta con cerca de 9,000 seguidores entusiastas.

El apoyo familiar y la confianza recuperada

Si bien su padre aún desconoce esta actividad, su madre se muestra muy orgullosa de ella. Para Kirsty, este negocio ha representado una verdadera bocanada de aire fresco, proporcionándole no solo estabilidad financiera, sino también un renovado sentido de confianza, según sus palabras. Disfruta especialmente la posibilidad de ser ella misma y recibir compensación por ello, sin ser juzgada.

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Una profesión distinta

La autenticidad es el corazón de este inusual trabajo. Kirsty relata con humor y sencillez: « Literalmente estoy sentada en mi habitación y pienso: ‘Oh, voy a tirar un gas sobre un cepillo, en un frasco o en mi perfume’ ». A pesar de la singularidad de su actividad, en general recibe comentarios positivos y defiende su libertad de expresión.

En resumen, la historia de Kirsty Farts ilustra que es posible transformar una idea improbable en una fuente de ingresos estable. Su trayectoria recuerda que la originalidad, la audacia y la autenticidad pueden a veces abrir caminos inesperados hacia el éxito, incluso en ámbitos que la sociedad tiende a juzgar como insólitos.



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