Esos “inocentes” gestos sabotean tu cerebro (Harvard confirma)

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Una serie de hábitos aparentemente inofensivos pueden tener un impacto negativo en nuestras capacidades cognitivas, advierte un estudio de Harvard. Identificar estos gestos podría ayudarnos a preservar mejor nuestra inteligencia en el día a día.

Comportamientos banales, pero destructivos para el cerebro

Según T. Alexander Puutio, profesor en Harvard, el consumo de alcohol, el estrés crónico y la falta de sueño se encuentran entre los principales enemigos de nuestro coeficiente intelectual. Estos factores perturban la memoria, el razonamiento y la capacidad de concentración, debilitando así nuestro funcionamiento cerebral.

La era del multitasking y las distracciones permanentes

El profesor también denuncia el impacto de las constantes distracciones: desplazarse sin cesar en redes sociales, vivir en una sobrecarga emocional, ser interrumpido constantemente. Esta exposición a estímulos interfiere con nuestra atención y dificulta la reflexión profunda.

El estrés: un ladrón insidioso de la cognición

Investigaciones de Stanford confirman que un estrés prolongado disminuye de manera duradera nuestras capacidades intelectuales. El cerebro, atrapado por emociones negativas, pierde efectividad tanto en la memorización como en la concentración.

Cómo nutrir y hacer crecer nuestro cerebro

La buena noticia es que el cerebro permanece plástico. Combinar diferentes temas de aprendizaje, desafiarse regularmente, fomentar un buen sueño y limitar las horas de trabajo excesivas son algunas de las estrategias para preservar y potenciar nuestras funciones cognitivas.

Las claves del bienestar cerebral según Harvard

Priorizar la lectura sobre el consumo pasivo de contenidos de audio, mantener una vida social activa, permanecer curioso, explorar el mundo y comunicarse son actitudes recomendadas para estimular el cerebro y contrarrestar los efectos nocivos de los malos hábitos.

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Este estudio de Harvard recuerda que, más allá de los genes, nuestra inteligencia depende en gran medida de nuestro estilo de vida diario. Es esencial replantear nuestros hábitos para mantener nuestro cerebro ágil y funcional.



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