Durante seis años, miles de hombres en Italia compartieron en línea fotos íntimas de mujeres, a menudo sin su conocimiento ni consentimiento. El descubrimiento y la posterior eliminación de un grupo en Facebook dedicado a esta práctica generó una fuerte reacción emocional y forzó una mirada crítica sobre la violencia digital.
Un grupo de Facebook dedicado a la difusión de imágenes robadas
El grupo, llamado “Mia Moglie” (“Mi Mujer”), estuvo activo desde 2019 hasta su cierre en agosto de 2025. Contaba con aproximadamente 32 mil miembros que intercambiaban fotos tomadas sin el conocimiento de las mujeres, a veces en momentos privados o íntimos. Las publicaciones incluían también comentarios sexistas, y algunas sobrepasaban los límites al mencionar actos de incesto.
Esta comunidad virtual es un trágico ejemplo de lo que se conoce como pornodivulgación: la difusión de imágenes sexuales sin consentimiento, que representa una grave violación a la privacidad y dignidad de las víctimas.
Ver esta publicación en Instagram
La revelación por una militante feminista y la reacción de las autoridades
Fue Carolina Capria, una activista feminista italiana, quien denunció este grupo en Instagram, desencadenando un amplio debate público. Su intervención llevó a Meta, la empresa matriz de Facebook, a cerrar el grupo el 19 de agosto de 2025. El escándalo se elevó a los más altos niveles políticos en Italia, siendo incorporado en la agenda de una comisión parlamentaria sobre las violencias contra las mujeres, mientras que el Partido Democrático italiano condenó firmemente la difusión de estas “conversaciones profundamente misóginas”.
Una toma de conciencia europea y la necesidad de una regulación más estricta
Más allá de las fronteras italianas, este caso también provocó una ola de indignación. Una vez más se plantea la cuestión de la insuficiencia de los mecanismos de regulación y control en ciertas plataformas digitales. Si bien la eliminación del grupo de Facebook es un paso positivo, comunidades similares continúan existiendo, frecuentemente en espacios menos vigilados, lo que complica enormemente la lucha contra este tipo de violencia en línea.
¿Qué hacer frente a la difusión no consentida de imágenes íntimas?
La difusión de imágenes sexuales sin el consentimiento de la persona involucrada constituye una grave infracción penal. Tanto en Francia como en Italia, de acuerdo a la legislación vigente, compartir tales imágenes puede conllevar penas de prisión de varios años y cuantiosas multas.
¿Cuáles son los derechos y recursos para las víctimas?
- Presentar una denuncia: Es fundamental denunciar ante las autoridades competentes (policía o gendarmería). Este delito está contemplado en el artículo 226-2-1 del Código Penal francés, y cualquier difusión sin consentimiento es sancionada penalmente.
- Acción rápida: Algunas jurisdicciones ofrecen procedimientos de urgencia para lograr la eliminación rápida de los contenidos difundidos, especialmente en plataformas digitales.
- Asesoría legal: Contar con un abogado especializado permite iniciar acciones legales contra los autores y obtener medidas de protección (prohibición de difusión, eliminación de imágenes, etc.).
- Apoyo psicológico: Ser víctima de este tipo de violación puede afectar gravemente el bienestar mental; se aconseja acercarse a asociaciones especializadas para recibir acompañamiento.
Algunos consejos prácticos:
- No eliminar inmediatamente los contenidos, ya que pueden servir como evidencia.
- Anotar y conservar toda la información sobre la fuente y las pruebas (capturas de pantalla, URL, mensajes).
- Reportar rápidamente la difusión a las plataformas pertinentes, que tienen la obligación de retirar contenidos ilícitos.
Ante la proliferación de estas agresiones digitales, es vital que las víctimas sean conscientes de que están protegidas por la ley y que cuentan con vías efectivas para defenderse.
