Una secuencia publicada por el influencer masculino Alex Hitchens ha encendido recientemente las redes sociales. En este video, aconseja a los hombres practicar lo que él llama “la pesaje de mujeres”. “Chicos, es importante, hay que pesarlas”, declara ante la cámara, antes de mostrar una escena en la que coloca a su novia sobre una balanza.
Una ola de indignación
El video se viralizó rápidamente en TikTok e Instagram, provocando múltiples reacciones, especialmente por parte de mujeres que se mostraron sumamente indignadas ante lo que consideran un mensaje misógino y humillante. Muchas denuncian “una banalización del control del cuerpo femenino y una forma de violencia simbólica”.
Entre los comentarios más frecuentes: “Es repugnante, las mujeres no son objetos que se pueden pesar como mercancías”, “Otro hombre que cree tener el derecho de controlar el cuerpo de su pareja”, o “No me sorprende viniendo de un masculino como él”.
@mentalitcash Alex Hitchens se pasa de la raya 😳 #alexhitchens #pourtoi ♬ son original – MentalitéCash
Apoyos masculinos
El video también ha recibido algunos respaldos masculinos. Algunos comentaristas presentaron esta “pesaje” como “una herramienta de transparencia en la pareja”, o incluso como “una medida de salud”. Estas justificaciones han intensificado la ira de los internautas, quienes consideran que reflejan estereotipos profundamente arraigados: el cuerpo femenino sometido a la evaluación masculina, la idea de que una pareja se podría basar en el control en lugar del respeto.
Un debate revelador
Aparte de la indignación, esta reacción pone de manifiesto un debate más amplio: ¿por qué ciertos gestos, presentados como anodinos o humorísticos, generan tanto malestar? La respuesta es simple: porque reactivan normas y jerarquías que limitan aún demasiado la libertad de las mujeres y la confianza en sí mismas que cada una debería poder cultivar.
La controversia en torno al video de Alex Hitchens va más allá del simple marco de las redes sociales. Ilustra cómo ciertos contenidos virales pueden reforzar percepciones sexistas e influir en comportamientos sociales. Mientras algunos internautas ven aquí una “broma”, otros reconocen un sexismo arraigado y una cultura del control.
Además, la controversia brinda la oportunidad de recordar que cada persona tiene el derecho de apropiar su cuerpo, de sentirse bien en su piel y de exigir que su autonomía sea respetada. Fomentar prácticas como “la pesaje de mujeres” contribuye a reproducir modelos opresivos y a fortalecer presiones sociales innecesarias y dañinas.
En definitiva, esta polémica ilustra cuán rápidamente los contenidos difundidos en las redes sociales pueden convertirse en el punto de partida de discusiones sobre el respeto, la igualdad y la representación de las mujeres. En un contexto donde el machismo sigue estando presente, la vigilancia es esencial para promover relaciones basadas en el respeto y la dignidad de cada uno.