Berlín está reinventando el feminismo.

Compartir -

Berlín ha sido durante mucho tiempo un terreno fértil para el «feminismo autónomo», desde los primeros centros de mujeres en la década de 1970 hasta las casas autogestionadas de Kreuzberg en los años 80. Hoy en día, la capital alemana conjuga un legado militante, políticas públicas de igualdad, una escena cultural experimental y movilizaciones interseccionales. Desde el reconocimiento del 8 de marzo como día festivo local hasta las marchas masivas, Berlín se reafirma como un «laboratorio» donde se ponen a prueba formas concretas de hacer evolucionar el feminismo en la vida cotidiana.

Un legado histórico vivo

La ciudad fue pionera en la creación de espacios feministas autónomos. En 1973, el Frauenzentrum de Kreuzberg, el primer centro de la «segunda ola» en Alemania, se estableció como un lugar de apoyo, debate y organización. En la misma línea, la Schokofabrik surgió de una ocupación en Kreuzberg en 1981/1980: convertido en un gran centro comunitario, hoy aún ofrece actividades sociales y culturales dirigidas a mujeres. Estos lugares, junto a otros como BEGiNE, han estructurado una cultura de proyectos feministas/queer sostenibles en Berlín.

Políticas públicas que amplían la escala

En 2019, Berlín se convirtió en el primer estado alemán en declarar el 8 de marzo (Día Internacional de los Derechos de las Mujeres) como un día festivo oficial. Este gesto simbólico y político inscribe la igualdad en el calendario cívico y apoya la visibilidad de las movilizaciones anuales. Además, la ciudad ha creado una agencia dedicada a la igualdad y a la lucha contra las discriminaciones (LADS), así como una estrategia de «diversidad» para su administración, con un enfoque explícitamente interseccional. Estos instrumentos institucionales anclan la acción feminista en el tiempo.

Leer siguiente >>  Congé de aniversario: esta medida soñada podría convertirse pronto en realidad

Movilizaciones: una capital de alianzas interseccionales

Cada 8 de marzo, diferentes coaliciones feministas de Berlín, sindicales, queer y antirracistas, toman las calles desde la Puerta de Brandeburgo hasta Kreuzberg. En 2024, el Tagesspiegel reportó alrededor de 6,000 participantes en una de las marchas centrales, mientras que la edición de 2025 también estuvo marcada por detenciones durante una manifestación nocturna en Kreuzberg.

Más allá del 8 de marzo, Berlín albergó en octubre de 2022 una de las manifestaciones europeas más grandes en apoyo al movimiento «Mujer, Vida, Libertad» que surgió en Irán: la policía estimó que la multitud alcanzó las 80,000 personas. Estas cifras ilustran una ciudad que es un cruce donde se entrelazan las luchas locales y las solidaridades transnacionales.

Cultura y sexualidades: una escena que desafía normas

En el ámbito cultural, Berlín alberga iniciativas que reivindican un feminismo sex-positive y ético. El premio PorYes – Feminist Porn Award Europe, organizado en parte en el teatro HAU, reconoce obras que respetan el consentimiento, la diversidad de los cuerpos y condiciones de producción justas. Al mismo tiempo, la Dyke March Berlin, lanzada por la periodista y editora Manuela Kay a principios de la década de 2010, ha contribuido a consolidar un feminismo lésbico visible en el espacio público. Estos formatos alimentan una repolitización de los imaginarios en torno al deseo, el placer y la representación.

Una ciudad-taller para repensar el espacio

Colectivos de urbanistas e investigadoras utilizan Berlín como un campo de experimentación para imaginar una ciudad no sexista. El programa femMAP Berlin 2049 (TU Berlín/UDK) moviliza, por ejemplo, la cartografía crítica para visibilizar las desigualdades espaciales de género y proponer sistemas feministas de lugares, usos y circulación. Al plantear la pregunta: «¿qué sería una ciudad no sexista?», estos trabajos vinculan el feminismo a decisiones urbanísticas muy concretas (ordenación del espacio, servicios, seguridad, bienes comunes).

Leer siguiente >>  « Eres bonita... para ser rellenita »: esos « cumplidos » que hieren más de lo que halagan.

La vida nocturna berlinesa, un terreno de acción feminista

Como cuna de clubes, Berlín también investiga protocolos para prevenir la violencia sexista en la noche. El proyecto europeo «Sexism Free Night», impulsado en Alemania por la Clubcommission Berlín, desarrolla capacitaciones, dispositivos de «conciencia» y buenas prácticas para hacer que bares, festivales y clubes sean más seguros. Un enfoque que ahora cuenta con el respaldo de recursos municipales. Esta articulación entre la escena cultural y las políticas locales ilustra cómo Berlín difunde estándares feministas en la vida cotidiana de manera pragmática.

Voces afroalemanas en el centro del relato

El feminismo contemporáneo de Berlín se ha enriquecido con las luchas afroalemanas, impulsadas por figuras como Audre Lorde durante su estancia en Berlín y por colectivos como ADEFRA – Schwarze Frauen in Deutschland (fundado en 1986, hoy basado en Berlín). Esta organización ofrece un espacio de autoorganización para mujeres negras y racializadas, influyendo en los debates y acciones interseccionales en Alemania. Exposiciones y encuentros recientes en Berlín han, de hecho, trazado esta historia y su actualidad.

Limitaciones propias de cada lucha

Sin embargo, Berlín no está exenta de tensiones: diversidad de corrientes feministas, divergencias estratégicas en el espacio militante, debates en torno a los modos de acción durante las manifestaciones o las prioridades políticas. La combinación de memoria militante, instituciones, escenas culturales y coaliciones internacionales crea un ecosistema raro donde se inventan (y prueban) respuestas concretas a los desafíos actuales: igualdad, seguridad, inclusión, representaciones y derecho a la ciudad. Los datos disponibles, desde el estatus festivo del 8 de marzo hasta las movilizaciones cuantificadas, pasando por los dispositivos de prevención, atestiguan una dinámica singular.

Leer siguiente >>  Esta mujer gana 3000 euros al mes con una actividad que nadie habría imaginado

Entonces, ¿podemos afirmar que Berlín «reinventa» el feminismo? Al menos, la ciudad re-orquesta sus tradiciones feministas al conectarlas con políticas públicas, artes comprometidos, prácticas urbanas y alianzas transnacionales. Ya sea haciendo del 8 de marzo un día festivo, cartografiando una ciudad no sexista, asegurando la noche o llevando a cabo marchas masivas, Berlín ofrece herramientas exportables así como un relato: el de un feminismo práctico, interseccional y anclado en la ciudad.



Compartir -
Scroll to Top