En Instagram, un video compartido por @alaingustave ha cautivado recientemente a miles de internautas. En él, se puede ver a un hombre de más de 80 años con un físico atlético realizando ejercicios de calistenia.
«Un calentamiento difícil esta mañana»
Bajo su publicación, Alain escribe con sencillez: «Un calentamiento difícil esta mañana, con más de 80 años». Una frase humilde, casi juguetona, pero que adquiere un significado totalmente diferente al observar las imágenes. Porque lejos de desacelerarse, este apasionado del deporte parece, por el contrario, ganar energía y dominio corporal.
Su destreza y fuerza dejan a todos boquiabiertos. Y no solo en Instagram, el fenómeno también se expande en TikTok, donde Alain comparte sus espectaculares entrenamientos, acompañados de leyendas llenas de picardía como «¡Y eso no es todo!». El resultado: un torrente de comentarios admirativos.
@alingustave #training #vieux #biceps ♬ Peace – Nouvelle École – JYEUHAIR & Nouvelle École
Una ola de admiración en los comentarios
En sus videos, las reacciones son unánimes. «Impresionante para su edad», «Un ejemplo de que el tiempo no lo define todo», «Me motiva a moverme todos los días»… el entusiasmo desborda. Muchos ven en él una lección de vida: demostrar que la edad no define lo que uno puede lograr. Sus gestos, más que acrobacias deportivas, se convierten en un símbolo: el de la libertad de vivir su edad a su manera.
Envejecer de otra manera: una nueva visión del tiempo que pasa
Lo que fascina en Alain Gustave, más allá de su rendimiento físico, es el mensaje que transmite. A sus 80 años, representa una versión del envejecimiento que escapa a los clichés. En una sociedad donde la vejez a menudo se asocia con el declive, él recuerda que hay mil y una formas de envejecer. Para algunas personas, es a través del deporte. Para otras, será la lectura, la pintura, la jardinería o simplemente el placer de disfrutar de los días a su propio ritmo. Envejecer es, ante todo, seguir habitando su cuerpo y mente como uno lo desee.
Porque sería reductivo pensar que es necesario exhibir músculos marcados o hacer dominadas a los 80 años para «envejecer bien». El verdadero peligro sería transformar esta libertad en una nueva exigencia: la de mantenerse productivo o atlético a pesar de la edad. Lo que demuestra @alaingustave es que la vejez no es una prisión; puede ser un terreno de exploración, pasión y placer, sin importar el camino elegido.
El envejecimiento, una historia de diversidad
Si Alain nos inspira, es también porque muestra que el tiempo no borra el deseo de progresar, superarse o divertirse. Sin embargo, este deseo no necesita necesariamente manifestarse a través del deporte. Algunas personas encuentran su energía en la transmisión de conocimientos a los más jóvenes, en la creación artística, en el compromiso social o en la contemplación pacífica de la vida. Envejecer es escribir un capítulo personal donde uno tiene el derecho de cambiar de ritmo, prioridades e incluso deseos.
En resumen, Alain Gustave no impone una forma de envejecer: ilustra una entre muchas. Su ejemplo es un recordatorio alegre de que no hay un estándar que alcanzar, solo caminos por trazar, placeres por cultivar y maneras de habitar el tiempo que pasa.