Diagnóstico a los 6 años con un glioma infiltrante en el tronco cerebral, uno de los cánceres pediátricos más temidos, Lucas cuenta hoy con 13 años y una historia excepcional. Mientras que la supervivencia rara vez supera unos pocos meses, su tumor desapareció por completo tras un tratamiento innovador.
Un tratamiento innovador y una mutación excepcional
Lucas fue tratado en el Instituto Gustave-Roussy (Val-de-Marne) en el marco de un ensayo clínico que combinaba radioterapia convencional con un medicamento experimental, el everolimus. Su caso sorprendió a los médicos: una rara mutación genética hizo que sus células tumorales fueran especialmente sensibles a este protocolo, explica el Dr. Jacques Grill, jefe del programa de Tumores Cerebrales Pediátricos.
Una esperanza para la medicina pediátrica
Aunque la recuperación total de Lucas es un caso único hasta el momento, su trayectoria abre la puerta a futuras investigaciones. Ensayos similares ya están en curso para comprender mejor este tipo de cáncer y adaptar los tratamientos según las particularidades genéticas de cada paciente.
Un adolescente que recupera una vida normal
Tras varios años de tratamiento, los exámenes sucesivos no han detectado tumores. El joven belga Lucas pudo detener su tratamiento por sí mismo y actualmente lleva una vida sin secuelas neurológicas visibles, testimonio de un verdadero milagro médico.
En definitiva, este extraordinario recorrido entre esperanza y avance científico subraya la importancia de los ensayos clínicos y de la medicina personalizada en la lucha contra los cánceres pediátricos.