Este simple gesto de la mano podría potenciar tus capacidades intelectuales

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¿Y si la clave para un mejor aprendizaje se escondiera… en tus manos? Así lo revela un estudio fascinante publicado en Cognitive Research: principios e implicaciones. Utilizar gestos relacionados con lo que se quiere entender mejora significativamente nuestras capacidades intelectuales.

Por qué los gestos mejoran la comprensión

Según las investigadoras Barbara Tversky y sus colegas, los gestos «conceptualmente congruentes» –aquellos que imitan o simbolizan una acción real– ayudan al cerebro a comprender mejor las dinámicas complejas. En términos simples, gesticular al hablar de un concepto permite “vivirlo” físicamente, facilitando su integración.

«Los gestos son acciones; pueden representar y asemejarse a las ideas que expresan», afirman las autoras. Como resultado, se entiende mejor, se memoriza de manera más eficaz e incluso se logra reformular mejor los conocimientos adquiridos.

Un ejemplo concreto

En su estudio, las investigadoras mostraron a estudiantes dos videos que explicaban el funcionamiento de un motor. Uno de los videos incluía gestos que imitaban las acciones de las piezas del motor, mientras que el otro se limitaba a señalar la estructura estática. Los resultados son sorprendentes: los estudiantes expuestos a los gestos dinámicos retuvieron mejor la información, pudieron restituirla con mayor precisión e incluso inventaron sus propios gestos para explicar mejor a su vez.

Un recurso subestimado para aprender y enseñar

Lejos de ser anécdotas, estos resultados demuestran que los gestos no solo apoyan un discurso, sino que son una verdadera extensión del pensamiento. El cerebro, activado por el movimiento, se involucra más en el aprendizaje. Este fenómeno se ve reforzado por los descubrimientos en neurociencias sobre las «neuronas espejo», que se activan cuando vemos o imaginamos una acción.

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Cómo aplicarlo en la vida cotidiana

  • Cuando intentes comprender un proceso complejo (como llenar un formulario de impuestos o utilizar un nuevo dispositivo), imita las etapas con tus manos.
  • Al repasar un curso, acompaña tus explicaciones con gestos que ilustren lo que dices.
  • Profesores: integra gestos en tus explicaciones, especialmente para conceptos dinámicos (física, historia, biología, etc.).

Hacer un simple gesto al hablar de un concepto complejo no es trivial: es un medio directo para aprender, memorizar y explicar mejor. Un pequeño movimiento de la mano puede tener un gran impacto en tus capacidades intelectuales.



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