Durante la noche, numerosos estudios científicos demuestran que nuestro cuerpo lleva a cabo procesos biológicos fundamentales para la salud. Varias investigaciones internacionales han detallado estos fenómenos que ocurren cada noche durante el sueño profundo.
Una reparación muscular y ósea demostrada por la investigación
Un estudio clave realizado por el equipo de la Universidad de California en Berkeley, publicado en la revista Cell en 2025, ha subrayado la sincronización entre circuitos neuronales, la secreción de la hormona de crecimiento (GH) y la reparación muscular nocturna. Esta hormona, liberada bajo el control del hipotálamo y la hipófisis, influye en el crecimiento y la regeneración de los tejidos.
Los ciclos del sueño
Los investigadores detallan que el sueño profundo (etapa N3) concentra la mayoría de los mecanismos de regeneración física: disminución de la frecuencia cardíaca, secreción hormonal, activación de las defensas inmunitarias y consolidación celular. El Instituto del Sueño y la Vigilancia de Francia resume que entre el 20% y el 25% del sueño total debe ser profundo para garantizar un efecto reparador óptimo.
Vínculo entre fases del sueño y salud global
La memoria, el aprendizaje y el equilibrio emocional se ven favorecidos durante el sueño REM gracias a una intensa actividad neuronal, como han demostrado equipos de neurociencia basados en imágenes cerebrales nocturnas. Estos estudios confirman que la privación repetida de sueño profundo y REM aumenta significativamente los riesgos de fatiga crónica, diabetes, depresión e infecciones.
Todas estas conclusiones, derivadas de estudios, demuestran que cada noche, nuestro cuerpo se beneficia de procesos hormonales y celulares complejos y sincronizados: una realidad científicamente probada, esencial para una salud duradera.
