Según un análisis del Korn Ferry Institute, desde enero de 2025, 338,000 mujeres han abandonado el mercado laboral, mientras que 183,000 hombres han ingresado. Este éxodo masivo se debe, en gran parte, a salarios frecuentemente inferiores, altos costos de cuidado infantil y la desaparición progresiva de políticas de trabajo flexible instauradas durante la pandemia, lo que dificulta la conciliación entre la vida laboral y familiar para las mujeres, en especial para las madres.
Una fin brutal de la flexibilidad en el trabajo
El regreso forzado a la oficina, impuesto en varias grandes empresas y administraciones en Estados Unidos, ha impactado severamente a las mujeres, quienes anteriormente disfrutaban de una mayor flexibilidad en sus horarios. Esta presión ha llevado a muchas a dejar sus puestos, dado la falta de apoyo adecuado. Por ejemplo, las políticas de teletrabajo en las empresas del Fortune 500 han disminuido de un 13 % a fines de 2024 a un 24 % en el segundo trimestre de 2025, marcando un cambio drástico en las condiciones laborales.
Una cultura empresarial percibida como hostil
Además, el resurgimiento de la “bro culture”, un estilo de gestión autoritario y predominantemente masculino, ha creado entornos laborales menos acogedores para las mujeres en Estados Unidos. Algunas políticas de diversidad e inclusión también han sido cuestionadas, sobre todo bajo la administración Trump, lo que ha obstaculizado el ascenso de las mujeres a puestos de liderazgo. En 2024 y 2025, la proporción de mujeres nombradas CEOs en empresas del S&P 500 disminuyó, alcanzando apenas un 17 %.
Los impactos económicos y sociales
Este éxodo masivo afecta no solo las carreras de las mujeres, sino que también repercute en la economía estadounidense, que experimenta una disminución de su fuerza laboral y una reducción en su diversidad. Muchos de estos mujeres están dirigiendo su atención hacia el emprendimiento, creando cerca del 50 % de las nuevas empresas desde la pandemia; sin embargo, la tendencia general en Estados Unidos revela un debilitamiento de la posición de las mujeres en el ámbito empresarial.
En definitiva, esta crisis en el mercado laboral femenino en Estados Unidos resalta las carencias estructurales en la gestión de la competencia profesional, el apoyo a la maternidad y la diversidad en las empresas, desafíos que resuenan también más allá del Atlántico.