El presidente de la Fundación Aysén Futuro, Antonio Horvath, explicó que, basado en informes de expertos y científicos, los proyectos hidroeléctricos de HidroAysen y Xstrata no han considerado o bien han subvalorado los riesgos a que estarían expuestos los habitantes de Caleta Tortel y Puerto Aysén ante un imprevisto de la naturaleza, planteando la necesidad de evaluar seriamente los posibles escenarios.
«En abril del año 2007, en el fiordo de Aysén ocurrió una tragedia que por sus características era nueva o impensable para algunas autoridades, pero para quienes en ese entonces ya manejaban la información y formación en geociencias y seguridad, era un escenario más que probable: el colapso de las laderas de los cerros vecinos hacia el fiordo impactando sobre el cuerpo de agua, en aquella oportunidad se alertó a las autoridades, pero no hubo respuestas ni fue considerada como una hipótesis de riesgo central. Con la lamentable consecuencia de haber perdido a 11 personas», señalaron.
“Sabemos que el proyecto de Endesa y Colbún afectaría a la comunidad de Caleta Tortel, ahí existe un riesgo inminente en caso de sismo, o un vaciamiento del Cachet II, (fenómeno frecuente). Ahora, en el caso de Xstrata, proyecto que se acopla a HidroAysen, se piensa construir en una altura superior a Puerto Aysén; entonces en la práctica, en caso de un siniestro natural es lógico que esa inmensa masa de agua bajará hacia la ciudad, con el lógico riesgo vital para los vecinos, para nosotros es fundamental poner estos antecedentes en conocimiento de la opinión pública”, sostuvo Horvath.
Por su parte, el connotado geofísico consultor, Luis Donoso, dice que los proyectos pensados para Aysén se acercan peligrosamente a escenarios que han ocurrido en otros países donde no se valoraron los antecedentes científicos expuestos previamente. En este punto mencionan que la literatura científica además describe en forma extensa y detallada al menos dos eventos de similares características, el caso de la Bahía de Lituya (Alaska) en 1958 y el colapso de parte del monte Toc sobre la represa de Vajont (Italia) en 1963.
Desde el punto de vista de los riesgos y las condiciones extremas eran incompatibles con cualquier asentamiento o construcción humana, por lo tanto, nunca se debió haber construido en ese lugar. En Lituya, se lamentó la pérdida de dos vidas, en Vajont fue cercana a las 2.000.
Desde la Fundación afirman que las energías renovables son más seguras y estables que los megaproyectos en sistemas geológicos activos, considerando que Aysén muestra actividad geológica permanente, por ejemplo: en la actividad eruptiva de los volcanes Hudson, Chaitén, Michimahuida, Puyehue, Huequi, Calbuco, Yate; por mencionar los más recientes y toda la cadena de volcanes vinculada a la Zona de Falla Liquiñe Ofqui como potencial de daño. Además, las manifestaciones sísmicas, deslizamientos y remociones en masa con pérdidas de vidas en el fiordo de Aysén en 1927 y 2007, en Caleta Buill el 2002, sin contar aquellos procesos de gran envergadura que regularmente ocurren por condiciones propias de la geología local, por último y tan importante como los demás, los vaciamientos de lagos glaciares (novedoso para la zona, normal en otras latitudes) conocidos como GLOF’s.
Foto: www.aysenfuturo.cl