Como un presupuesto poco claro y con muchas letras chicas, calificó el diputado Patricio Vallespín el Presupuesto 2012 dado a conocer por el Presidente Sebastián Piñera, y que ingresó el viernes 30 de septiembre al Congreso para su discusión. Según explicó el parlamentario, al momento de la discusión “hay situaciones con las que tendremos que tener especial atención, porque tenemos un gobierno que tiene una baja aprobación ciudadana, por lo que hay que tratar de controlar la tentación gubernamental a gastar en 2012 de forma irresponsable para tratar de ganar una elección municipal. A esto se suma un contexto externo de desaceleración de la economía mundial que puede traer complejidades al país”.
A lo anterior, Vallespín agregó que “tenemos una rara política fiscal”, argumentando que “es expansiva en los números, pero contenida en la ejecución del gasto”. El diputado recalcó que “hasta agosto de este año, a nivel nacional, en Obras Públicas hay sólo un 36% de avance en el gasto total; en el Ministerio del Interior hay un 35% de avance en el gasto del presupuesto del año 2011; en Educación hay sólo un 24% de ejecución presupuestaria, mientras que en Salud el gasto es de un 19%, y quedan sólo cinco meses, por lo tanto, esta ejecución presupuestaria nos preocupa”.
“Esperamos que este Presupuesto fiscal sea sin letra chica, responsable y con énfasis en las respuestas sociales que los chilenos están esperando, especialmente en materia de educación”, dijo.
Vallespín enfatizó en que, como primera medida, pedirán que los recursos para Educación sean separados para tener claridad y transparencia, asegurando el financiamiento en este ámbito, donde el 89% de los chilenos espera cambios respaldando a los estudiantes. Pese a eso, dijo que la propuesta es “preocupante, porque el aumento del presupuesto anunciado por el Presidente en menor de lo que fue el aumento en 2011 respecto a 2010. En 2012 el presupuesto va a aumentar en un 7,2%, mientras que en 2011 fue de 7,6%, por tanto vamos a tener menos plata para los mismos gastos, y esto es una incoherencia en materia de educación”.
Por eso, Vallespín resaltó que “si de verdad el tema de educación es prioritario, debe expresarse en las glosas presupuestarias. Nosotros esperamos que haya más recursos para la urgente Reforma Educativa que el 89% de la ciudadanía exige. Las familias esperan más becas y ayudas para los estudiantes de familias de clase media; que se fije un sistema de aranceles en la educación superior que termine con la escalada de alzas en la educación superior; exigiremos un potente programa de modernización de la Formación Técnica; el país debe invertir más en la educación pre-escolar, ya que desde la etapa inicial se deben combatir las desigualdades educativas. Eso, al menos en la primera mirada, no está considerado”.