Con una marcha hacia la Plaza de Armas de Puerto Montt, escoltando los símbolos del antiguo y emblemático colegio emplazado en calle Guillermo Gallardo, la comunidad sanjavierina terminó la ceremonia de despedida a pocos días del traslado hacia las modernas dependencias ubicadas en Pelluco Alto.
El acto fue encabezado por el rector del colegio, Padre Gonzalo Silva, S.J. y contó con la participación de alumnos, apoderados, docentes y administrativos, además de ex-alumnos y colaboradores invitados especialmente. Con toda la comunidad formada en la puerta de Guillermo Gallardo 269, fueron retirados los símbolos emblemáticos como la imagen de San Francisco Javier, la placa del frontis, la campana rescatada del mar tras más de 100 años de ocurrido el naufragio del barco que trajo a los primeros jesuitas a Puerto Montt, la bandera y los estandartes, la réplica de una lancha que estuvo en portería y una maqueta del campanario.
Fue el sonido del campanario, la música de fondo que acompañó el momento en que 152 globos amarillos y azules fueron lanzados al cielo, 152 simbolizando los años que han pasado desde la fundación del establecimiento educacional en Puerto Montt.
Durante el acto, el rector expresó que «esta ceremonia marca el final de una larga etapa, una etapa de fundación, de crecimiento y de consolidación de un proyecto educativo que iniciaron hace más de 150 años tres religiosos jesuitas», agregando que «hoy, con igual entusiasmo, alegría y esperanza comenzamos a trasladarnos, partiendo por llevar con nosotros estos objetos que simbolizan el espíritu del colegio, la mística y la espiritualidad que nos han marcado por más de 150 años, y que seguirán siendo nuestro sello indeleble por muchos años más».
Respecto de las nuevas instalaciones – que contemplan un moderno edificio de 28 mil metros cuadrados ubicado en Pelluco Alto – el Padre señaló que «es un signo de los tiempos, una respuesta a los nuevos desafíos que nos impone la modernidad, las nuevas tecnologías y las metodologías más avanzadas en educación», finalizó.
Fotos: Mauricio Sáez E.