Continuos delitos cometidos desde el interior de las cárceles por reos que cuentan con teléfonos celulares motivaron la implementación de la tecnología que consiste en instalar antenas que bloquean la señal de los móviles en los recintos penitenciarios, pero esta solución se ha transformado en un dolor de cabeza para quienes están a cargo de custodiar a los internos: los gendarmes.
César San Martín, dirigente de la Asociación Gremial de Suboficiales y Gendarmes, valoró la medida pero a la vez indicó que en el penal de Alto Bonito, Puerto Montt, se bloqueó la señal de celulares en las dependencias que ellos ocupan tales como pabellones administrativos y casino estableciendo «un perímetro más amplio del que se planificó la medida el cual solo abarcaría el anillo de seguridad de las unidades de reclusión», manifestó el gendarme.
«Desde semanas no podemos recibir ni efectuar llamadas en caso de emergencia», además por razones de salud plantearon la necesidad de ubicar las antenas en un lugar lejano al contacto diario con los funcionarios, solicitando restablecer la señal en las áreas que ocupan los gendarmes porque se les estaría privando de la libertad de comunicación.