Sin luz ni agua se mantiene la ciudad de Temuco, con débil señal de celular, sin ver aún las fotografías y videos de lo que ha pasado en el resto del país.
Sus calles muestran casas desmoronadas, incluso una en que toda la pared frontal se desplomó quedando al descubierto las habitaciones superiores; el concreto de ciertas construcciones cedió y el adobe, material de algunas viviendas, también se fue abajo. Oficinas destruidas, pánico en la ciudadanía que se vivía desde temprano en los terminales de buses tratando de conseguir pasajes para ir más al sur, a algún lugar más seguro. Los movimientos se han sucedido, las réplicas no se dejan de percibir y la escasez de agua se deja sentir. Encontrar un negocio abierto es casi imposible y las velas se acabaron temprano en todos los locales, presagio de permanecer una nueva noche alerta sin luz eléctrica.
Dos personas murieron en Temuco al no poder escapar de una discoteque en plena madrugada, mientras en Chépica, localidad de la región de O’Higgins, se cuentan seis víctimas fatales y la mayor parte de las antiguas construcciones de adobe se derrumbaron.
Fotos: Sebastián Sáez