De hablar pausado y seguro, mirada sincera, rostro y manos labrados por el clima y el trabajo, don Sergio Uribe recuerda la forma en que comenzó con la pasión que lo mantiene vivo.
Rememora su niñez en Maullín, pleno contacto con la naturaleza desde cuando acompañaba a su padre a pescar hasta los días de invierno en que debían salir a cortar leña. De chico se acostumbró a trabajar la madera y decidió hacer de ello su vida. Asegura que no ha sido fácil mantenerse en esta línea, ya que frecuentemente los ingresos económicos no son suficientes. Sin embargo las finanzas están ordenadas, no ha caído en las tentaciones de los consumidores “tipo piraña” que arrasan con lo que ven en los ofertones de temporada. Don Sergio, con tono orgulloso, declara no tener tarjetas de crédito. Si hasta ha revivido la antigua forma de mercado, el trueque, así lo hizo con quien trasladó sobre maquinaria pesada una pieza de alerce de 4 metros de diámetro que llevó una hasta su casa-museo-taller; a cambio el operario recibió una obra tallada en la noble madera.
Su formación académica la ha cursado en la Universidad de la Vida, complementándolo con el aprendizaje adquirido viendo a otros artesanos labrar la madera. Así como se ha adiestrado también ha traspasado sus conocimientos a varios alumnos, uno de ellos actualmente estudiando Artes en Santiago. Hace un tiempo atrás un grupo de jóvenes del Instituto INCACEA de la capital, compartió un mes entero con don Sergio, documentando su trabajo. Posteriormente fue invitado a exponer sobre sus vivencias, resultando una experiencia que conserva con cariño.
Con pena señala que algunos abandonan el oficio por necesidad, dedicándose a otros menesteres ajenos al arte. Causal de lo anterior es la falta de apoyo en algunas organizaciones gubernamentales y privadas, el trabamiento burocrático no deja espacio para la creación. Don Sergio advierte la falta de expedición en el acceso a fondos que permitan, por ejemplo, que un artista represente al país en el extranjero cuando sea invitado a una exposición, a el le ha pasado y ve truncadas sus opciones de expandirse por el mismo problema arraigado , lamentablemente, en la cultura chilena.
Desde las 6 de la madrugada hasta las 3 de la tarde, 9 horas de recorrido por las zonas cercanas a Alerce Norte, acompañado de su carretilla, recolectando trozos de alerce que yacen por obra humana en “favor del progreso”, los árboles fueron quemados para abrir paso a construcciones o despejar terrenos de uso agrícola.
Don Sergio Uribe ha llevado sus obras a diferentes ciudades como Santiago, Concepción y el Congreso en Valparaíso, donde en octubre de 2006 inauguró la exposición “Forma Natura”, exhibida en el Hall La Mezzanina de la Cámara de Diputados. También el 2006 fue elegido “Personaje del Año”, por votación popular en el diario El Llanquihue, superando incluso a la mediática modelo Pamela Díaz.
Esta semana muestra sus obras al público fuera de la Gobernación Provincial, frente a la plaza de Armas. Mesas, maceteros, delfines, utensilios decorativos y bustos inspirados en personajes desconocidos que deambulan por las calles, son algunos de los elementos que nacen de las manos de don Sergio.
Otras creaciones se pueden apreciar en el museo que ha construido en su casa, el cuál está abierto al público de lunes a domingo desde las 9 a las 12 horas en la mañana y entre las 14 y 19 horas por la tarde, en calle Claudio Arrau, Manzana 37, casa 4, Alerce Norte. La entrada para adultos tiene un valor de $ 1.000 y para niños de $ 500. Está la posibilidad de que centros de educación hagan un convenio para que los estudiantes asistan con un precio preferencial.
Texto y fotos: Mauricio Sáez Elgueta