A pesar de la incredulidad que resulta recibir un sueldo para toda la vida, para las personas mayores de 65 años que pertenecen al 40 por ciento más pobre del país, quienes además nunca tuvieron capacidad de ahorrar previsionalmente y que han residido durante 20 años consecutivos en Chile, y que no obstante realizaron diferentes aportes al desarrollo nacional, se pensaba que el olvido los haría presa fácil para ser parte del inventario de aquellos que han recibido “el pago de Chile”.
Elsa Barría, vecina de Puerto Montt y primera beneficiaria de una Pensión Básica Solidaria, en el marco de la Reforma Previsional en la capital regional, llegó hasta las dependencias del banco BBVA en compañía del Seremi del Trabajo y Previsión Social, Fernando España junto a Mauricio Barría, Director (S) Regional del INP para ayudarle a recibir los frutos de una gestión impensada: su primer sueldo vitalicio en una de las cajas pagadoras.
A pesar de no haber asimilado este derecho, Elsa Barría se acercó a la entidad bancaria para recibir $ 191 mil pesos. Esto de forma retroactiva, ya que recibió dichos dineros correspondientes a los meses de julio, agosto y el mes de septiembre por adelantado, a lo que se sumó el Aguinaldo de Fiestas Patrias, que fue fijado en 11 mil pesos por el Gobierno.
Al momento de contabilizar sus billetes, consistentes en tres montoncitos de 60 mil pesos mensuales, la emocionada usuaria dejó entrever con una sonrisa de satisfacción por el cumplimiento de la información entregada durante julio por las autoridades regionales, entre ellas, el Intendente Regional, Sergio Galilea, quienes visitaron su casa para compartir un desayuno e informarle sobre este derecho que ahora es realidad.
Luego del pago, Elsa Barría comentó feliz que agradecía todas las gestiones realizadas por el Gobierno. “Estoy demasiado agradecida, a ustedes, que me fueron a buscar hasta mi casa para esto y que sin hacer ningún trámite me ha llegado esto y ahora lo creo”. Además, agregó Elsa Barría, que jamás había recibido una “regalía” de este tipo, por lo cual está muy satisfecha.
Al retirarse del recinto y comenzando a ver su positiva realidad, explicó: “Gracias a Dios que voy a tener para siempre esta platita pues, ¿cómo no va a ser una felicidad?”.