“De acuerdo a las características del cráneo y del esqueleto, junto a la morfometría (medidas corporales), se llegó a la conclusión de que el animal corresponde a un zorro. Al analizar los restos del pelaje que estaba junto al animal, se determinó que probablemente pertenecen a un zorro gris también conocido como zorro chilla presente en la zona”, expresó el Médico Veterinario y docente de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Santo Tomás, Doctor Felipe de Groote, especialista en Fauna Silvestre y Medicina de Animales Exóticos.
El especialista agregó que este tipo de animales habitan en la zona, por lo que no es de extrañar el lugar donde fue encontrado. “El esqueleto fue comparado con los restos óseos de otro zorro conservado en dependencias de la Universidad, además de las respectivas consultas bibliográficas existentes sobre el tema”.
Era un zorro
La Doctora Macarena Zanelli, Jefa de Carrera de Medicina Veterinaria de la UST, explicó que en primera instancia se revisó el material óseo para descartar que sea un animal menor, como un perro o gato, y que luego de eso lo analizó un especialista. “Los restos, no tenían los miembros superiores (antebrazos), por eso la gente pensó que era otro tipo de animal. El hecho de que además se contara con parte de la piel facilitó el diagnóstico final”, puntualizó.
Por: Carlos Soto Cárcamo.
Fotos: Gentileza Escuela de Veterinaria, Universidad Santo Tomás.
