Federico Sánchez de City Tour: Su visión de ciudad, sociedad y arquitectura

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Foto: Mauricio Sáez Elgueta

Un alfiler de gancho une el cuello blanco de su camisa con la parte posterior del nudo de la corbata, es un detalle que da cuenta de una estructura, del orden en las prendas que no se someten a la moda sino que al arte del buen vestir. Junto a ello está la libertad de las ideas y el tiempo necesario para pensar antes de expresar. Son parte de las características que se hacen notar cuando uno conversa con el arquitecto Federico Sánchez, la cara visible del programa “City Tour” de Canal 13C, decano del Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello y la voz de “Pensar es gratis” en radio Oasis.

Federico Sánchez estuvo en Puerto Varas, protagonizando una charla dentro de la iniciativa del Casino Dreams tendiente a promover la amabilidad en la ciudad; en su caso hablando desde la arquitectura, en sus palabras instalando la idea de la convivencia en el sistema social. “Voy a hablar desde la arquitectura en una dimensión disciplinar y lo que pretendo es asumir que el hombre por de pronto ha tomado la decisión de vivir en comunidad y la expresión de eso es la ciudad, es ahí donde el hombre expresa esa voluntad de vivir junto a otro y propiamente dejar de ser un viajero continuo e instalarse en un lugar, hacer sede. De hecho eso es lo que a nosotros nos nombra como sedentarios, porque nos asentamos, hacemos sede”, explicó.

Comenzamos el diálogo unas horas antes de su intervención ante los asistentes de la charla y le comento que City Tour no es un programa de arquitectura, sino que el espacio invita a reflexionar, a pensar. Sale espontánea una sonrisa confirmando la sentencia y recalca que “City Tour no es un programa de arquitectura, es un programa desde la arquitectura y como tal desde la ciudad para hablar de cultura, de experiencia urbana, de innovación, tendencias, tradición”.

“La arquitectura y la ciudad son tan importantes, porque el hombre se hace a sí mismo y se hace en parte importante desde los otros, se hace en esa capacidad de ponerse ante los otros y desde los otros, eso es lo que la gente llama identidad. La gente cree que la identidad es ser único, en condiciones de que no necesariamente debe ser así. Sin duda que uno pretende individualizarse como tal, pero uno es un individuo gregario, que se hace en comunidad y desde los demás. Identidad es un concepto muy bonito porque es el ídem (lo mismo) entitas (ser), que es lo mismo del ser sin ser el ser mismo, es decir el reflejo de las cosas, y nosotros somos en cuanto tengamos la capacidad de reflejarnos en los demás y desde los demás, eso es la vida en comunidad y eso supone una intención de convivencia, de búsqueda del bien común y creo que ‘amabilidad’ es una palabra bonita para nombrar aquello”, comentó.

– En City Tour instauraron el concepto de “crímenes de lesa urbanidad”, ¿falta amabilidad con el entorno en los grandes proyectos arquitectónicos?

– Sin duda. Hoy día lamentablemente en la mayoría de los casos la gente es movida fundamentalmente por intenciones de éxito, de acumulación de riqueza. No siempre las cosas se hacen desde el otro, no siempre se hacen desde la ética, desde la búsqueda del bien común, sino desde los intereses individuales o personales y eso me parece un error.

La arquitectura es una disciplina que surge, crece y se desarrolla en el ámbito del ocio, a toda honra, tal como ocurre en las artes, ciencias y en la política genuina. El ocio no es otra cosa que dedicarse a hacer lo humano del hombre. Es una actividad, lo que hacemos, conversar, es propiamente fruto del ocio y como tal, la mayoría de nuestra sociedad, la mayoría de los individuos del sistema social son movidos por la voluntad de hacer buenos negocios y los negocios no son otra cosa que la negación de esa condición propiamente humana, negocio es la negación del ocio. Por supuesto que los edificios son reflejo de eso y las ciudades como suma de edificios son la expresión de ese sistema que anda en búsqueda de la consecución del éxito y obviamente eso es complejo, termina resultando lo que hoy día conocemos, un mall que propiamente impide que la ciudad se vincule con su entorno natural.

– Como ejemplo de lo mismo, usted fue muy crítico del mall de Castro…

– Muy crítico. Sé que para la gente de Castro es un gran beneficio en términos operativos, no estoy en contra del comercio. Yo hablo de que perfectamente se podría haber dado solución a aquello con un centro comercial que asumiera el desafío de ser un centro comercial en Castro, que recogiera la escala, el grano, la tradición constructiva, el material, y que como tal terminara por sumar al sistema y no ir contra de el, que se haga parte de esa ciudad. Cuando digo escala y grano estoy hablando de características expresivas de ese sistema que justamente lo hacen peculiar, que lo hacen tener identidad, que es lo que atrae y genera vida urbana.

Entonces si nosotros no cautelamos aquello por de pronto estaríamos nada menos que dañándonos a nosotros mismos, pasa lo mismo en Puerto Montt, en San Antonio, en Santiago con el Costanera Center; edificios que no asumen instalarse en un lugar, o al menos de constituir un lugar, de dar cuenta de ese lugar, de promover la vida urbana, el encuentro, de hacer gestos hacia el espacio público y el bien común, esas son claves. Lamentablemente hoy eso no ocurre, o al menos no ocurre en un porcentaje importante de veces.

– En el año 2013 estuvo grabando en la zona y la impresión de Puerto Varas no fue muy positiva.

– Me sorprendió, no conocía mucho Puerto Varas, había estado acá cuando era chico y la verdad es que Puerto Varas se propone como un polo de desarrollo turístico y eso significa que se asume que es un lugar donde se pretende poner en valor el entorno, lo que está en torno a la ciudad, como el lago, volcanes, la naturaleza y me parece que deberían destinarse recursos porque la clave es la vinculación del sistema artificial, que es la ciudad, con el sistema natural que es el entorno. Es cómo esta ciudad se pone ante el entorno y, a su vez tal como si fuese una gran casa, orienta su vista, abre sus ventanas hacia este territorio.

Cuando llegué aquí y me encontré con una costanera bastante abandonada, con sus veredas rotas, muy dejada de la mano de Dios, deteriorada, sucia, me sorprendió y lamentablemente no he logrado quedarme callado ante esas cosas.

Ahora veo con sorpresa positiva que están trabajando y ojalá que esto sea un lindo proyecto, porque es una oportunidad extraordinaria. Crear un paseo, un borde de interconexión entre la naturaleza y la ciudad, una suerte de plaza alargada donde la gente venga a ver y ser visto. Esa es la maravilla del espectáculo urbano y nosotros somos parte de esa escena, somos protagonistas, nada menos que el primer actor de esa escena urbana, entonces ¿por qué habríamos de despreciar esa oportunidad?, eso es lo que supongo va a hacer que la gente venga a Puerto Varas porque inmediatamente después de una buena costanera llegarán las actividades, programas, servicios, cafés, restoranes.

– El mismo año 2013 pudo visitar Puerto Montt. ¿Cómo fue ese momento?

– Fue duro, me parece que es una ciudad que está maltratada. Me dio un poco de angustia, siendo que era una belleza de ciudad en los años 60 y 70, la conocí en esos años. Hoy me pareció que está deteriorada, abandonada, y lo triste que está abandonada supongo por sus propios habitantes.

– Generalmente uno culpa a la autoridad de la despreocupación, pero también hay que mirar en qué contribuimos para mejorar la ciudad…

– Nosotros somos los responsables de nuestras ciudades, y nuestras autoridades son elegidas por nosotros mismos, por lo tanto no acepto ese argumento. Somos nosotros los responsables de nuestras virtudes y nuestros defectos.

 

El significado de las palabras y una nueva visión de la arquitectura

Quien ha visto City Tour sabe que a Federico Sánchez le gusta desmenuzar las palabras. ¿De dónde nació esa afición por la etimología?. Mira a lo lejos mientras piensa y contesta:

– No sabría decir exactamente de dónde. Puede ser que desde siempre me ha gustado mucho hablar y por lo tanto supongo que hay un vínculo con el lenguaje, pero me gusta mucho la etimología (origen de las palabras) y como tal la filología (De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española: Ciencia que estudia una cultura tal como se manifiesta en su lengua y en su literatura, principalmente a través de los textos escritos).

Creo a pie juntilla que el lenguaje es la clave en la mayoría de los casos. Curiosamente, al revés de lo que la gente podría llegar a imaginar, en las escuelas de Arquitectura, y en la que estudié (Pontificia Universidad Católica de Chile), tuve profesores que me abrieron un camino hacia el valor del lenguaje. Destaco a grandes profesores como don Germán Bannen, Max Núñez, Hernán Riesco, Ernesto Rodríguez con su curso de lectura de poetas, me fueron acercando de alguna manera al valor del lenguaje.

Cuando Federico Sánchez menciona “arquitectura” cambia el tono de la voz, se transporta a otro nivel; por supuesto que es su tema, su profesión, pero él no la encasilla sólo en los objetos resultantes de esa disciplina. Tras unos segundos revela la otra cara que tiene la arquitectura.

– Estoy en una cruzada que puede sonar rara y es que la arquitectura es una disciplina que trasciende por mucho al asunto netamente constructivo, es una disciplina que pretende entender el problema del hombre como tal y su existencia, es así de profundo. Tan así es que, supongo que el hombre existe en cuanto tal desde el momento en que la arquitectura nos permite hacernos de dispositivos que hagan posible abrir un camino hacia nosotros mismos. Antes de eso, el hombre en la naturaleza estaba supeditado a las vicisitudes, problemas, peligros a la intemperie; la arquitectura es maravillosa como disciplina, porque fue la que nos brindó la posibilidad de hacernos de esa seguridad básica y necesaria para propiamente instalarnos a pensar y de ahí propiamente existir.

En eso estoy yo, para mi la arquitectura es un camino hacia uno mismo, no me gusta llamarle “carrera”, no compito contra nadie, no quiero ganarle a nadie, de hecho ni siquiera creo que le pueda ganar a alguien alguna vez. La arquitectura antes que una profesión es una disciplina.

Creo que de ahí se descuelga un tema que no es menor, y es que nosotros estamos empujando a nuestros hijos a ir a la universidad a hacerse de un cartón profesional y como tal tener una “carrera”. Craso error. La universidad antes que otorgar competencias profesionales, que sin duda las otorga, entrega competencias disciplinares, un cartón que es una licenciatura, como tal una licencia que te puedes dar de pensar en lo que gustes desde alguna parte, yo lo pienso desde la arquitectura. Eso es lenguaje, la arquitectura antes que edificios es lenguaje, es capacidad de abrir una reflexión contundente respecto de un asunto de orden ontológico, de nuestra existencia como tal, es una belleza.

 

El pasado, presente y futuro de City Tour junto a la complicidad de Marcelo Comparini

Hace unas semanas el programa City Tour tuvo su versión “On tour”, una serie de capítulos que mostraron la cultura en ciudades de Italia, los cuales fueron emitidos en la señal abierta de Canal 13, pero su cuna sigue siendo el Canal 13C, la paradoja de la televisión donde un canal “abierto” es más cerrado en programación que un canal de cable.

Sánchez confidenció que a Italia llegaron casi como mochileros, más bien maleteros, porque en Milán arrendaron una van, subieron el equipaje, las bicicletas y se lanzaron a recorrer sin planificación ni reserva en hoteles. También comentó que en City Tour no existe director, porque todos se dirigen mutuamente, lo calificó de “una especie de cooperativa”.

– ¿De dónde nació la idea de City Tour y cómo se conocieron con Marcelo Comparini?

– Yo había hecho un programa en ABT (Andrés Bello Televisión) que se llamaba «Casas a la medida» y en algún momento Comparini me invitó a “Plaza Italia” del canal Rock and Pop, porque tenemos un amigo en común que es Fernando Larraín, quien era compañero mío en el colegio. Me invitó al programa y le gustó como salió esa conversación y me dijo ¿te puedes quedar el próximo bloque? me quedé, terminó el segundo bloque y al final me quedé todo el programa y así fui todos los días durante casi dos años. Fui segundón de Comparini en Plaza Italia, tuve el lujo de ser segundón de él.

Entre las cosas que hacíamos, por supuesto todo era por pasarlo bien, un día se me ocurrió salir con una cámara operada por Francisco Mendoza, quien era director de Plaza Italia y actual editor de City Tour. Grabamos una suerte de cápsula a la que llamamos «La arquitectura del terror», nos reímos mucho porque había mucho material para reírse. Ese fue el germen de City Tour, fue el proto City Tour.

Con Comparini nos llevamos muy bien, nos reímos mucho, tiene un humor notable y es muy inteligente, tiene una humildad extraordinaria porque supongo que a nadie le gustaría hacer el papel del que no sabe, del que pregunta sin tener idea. No sale en cámara, hay un gran ejercicio de humildad por su parte, lo paso muy bien trabajando con él, me río, todo lo que sale en pantalla es verdad, es genuino.

Grabamos los días lunes sin saber hacia donde vamos, nunca hemos sabido, ni siquiera cuando viajamos a otras ciudades y a otros países. Al principio Comparini se ponía un poquito nervioso pero al poco andar entendió que no había razón para estar nervioso porque estábamos lo suficientemente preparados, habíamos ido a la universidad y habíamos aprendido lo suficiente como para abrir una reflexión contundente respecto de aquello que estábamos viendo.

Federico Sánchez agradeció la excelente recepción que tuvo el público del material grabado en Italia y que se emitió en la señal abierta de Canal 13. En algunos casos marcaron un peak de 15 puntos de rating, un día sábado a las 12 de la noche. El arquitecto espera que exista una segunda temporada, sin dejar de lado su “formato regalón” en el 13C, donde llevan seis años al aire.

Por: Mauricio Sáez Elgueta