El Consejo de la Cultura celebró ayer un Seminario sobre Patrimonio y Cultura Local en la pequeña localidad de San Juan en Chiloé. Los diferentes exponentes basaron sus presentaciones en la importancia de la preservación del patrimonio chilote y discutieron acerca de las mejores formas de poder mantenerlo, reconocerlo y difundirlo.
Pero la fecha no fue escogida ala azar, sino que se buscó hablar de patrimonio, en un día del año en que Chiloé manifiesta sus tradiciones: se trata de la Noche de San Juan. La medianoche del 23 de junio reúne la tradición religioso-pagana, característica que identifica a la Isla Grande de Chiloé. A lo largo del territorio insular se realizan diferentes festejos que apuntan a celebrar el día de San Juan Bautista, incorporando una serie de elementos paganos tales como la invocación de almas en pena y la adivinación.
“¿Qué mejor día y lugar para hablar de Patrimonio Vivo? El Consejo está muy preocupado de acompañar y potenciar estas tradiciones. Los Chilotes y sus costumbres son un Patrimonio vivo al que debemos cuidar y reconocer”, dijo Alejandro Bernales Maldonado, Director Regional del Consejo de la Cultura y las Artes de Los Lagos.
La pequeña localidad de San Juan, mantiene vivas las tradiciones ancestrales tales como diferentes juegos que apuntan a predecir el futuro a través de una fuente de agua , de papas o de manchas de tinta en pedazos de papel.
La gastronomía no puede quedar fuera de estas celebraciones. Carne de cerdo ahumada, sopaipillas, roscas y milcaos acompañan los juegos y animan la velada. Sin embargo el Tropón, bola de chuño que asa directamente sobre las brasas calientes, es un alimento muy particular, típico de esta fecha.
A la media noche suenan las campanas de la Iglesia Patrimonial que indican que ha llegado San Juan, momento en que la gente se abrasa y se desea éxito y buena fortuna. El baile y música tradicional es lo que sigue.