Blanquita Aguilar vive junto a su marido a un costado de una escalera exterior del ahora abandonado edificio que por años albergó a la PDI en el centro de Puerto Montt
en la parte posterior del Mall Paseo Costanera. Como bien rescata la historia publicada en el diario digital «Modelo al Día» Blanquita comentó que sólo se acercó un caballero y les llevó ropita y frazadas para abrigarse en las frías y lluviosas noches y que siguen sin ayuda de autoridades.
Antes pernoctaban en un sector de la costanera pero escaparon por la humedad y el frío, Blanquita confesó que no puede caminar bien producto de un atropello sufrido en Ancud, donde trabajaba, y que con su esposo llegaron a Puerto Montt buscando nuevas oportunidades laborales que hasta ahora no se han dado. Por ello piden alguna posibilidad de trabajar ya que por el momento se las arreglan para comer con lo que venden de la recolección de latas y cartones.
«Sueño con el día en que aparezca una camioneta de la municipalidad y nos lleve a un lugar mejor, no lo dudaríamos ni un segundo, nos iríamos felices a donde sea pero que sea un techito decente y cálido, hace tiempo no como un platito de sopa o alguna comida casera ya que acá sólo nos alcanza para conseguirnos aguita caliente en la bencinera y tomar tecito con un sanguchito y con eso pasamos el día», dijo la señora Blanquita, esperanzada en que pronto pueda cambiar la situación que los aqueja.
Fuente: Alejandro Marín http://pobmodelo.blogspot.com/2011/03/solo-una-persona-nos-trajo-ropita.html