El pasado fin de semana se vivió la más reciente gestión encargada a Un Techo Para Chile (UTPCH) para ayudar a damnificados del terremoto y tsunami del 27 de febrero
. En esta región los voluntarios se movilizaron para construir mediaguas en los sectores de Quirihue, Coelemu y Cabrero, fueron alrededor de 450 personas que respondieron al llamado. Viajaron desde varias partes de la región de Los Lagos para llenar la Plaza de Armas de Puerto Montt en la helada noche del viernes 14 de mayo, abordando los buses que los llevarían a los distintos puntos en la región del Bío Bío. Durmiendo durante el viaje, la misma mañana siguiente fueron divididos en cuadrillas de trabajo, cada una liderada por un jefe, para construir en los sitios de las familias más azotadas.
Construcción en Quirihue
El domingo continuaron con el trabajo que culminó con la construcción de alrededor de treinta mediaguas sólo en la comuna de Quirihue; incluyendo sectores aledaños, zonas rurales y en el pueblo del mismo nombre. Ubicado entre Chillán y Cobquecura en la provincia de Ñuble, Quirihue sufrió cuantiosos daños en cuanto a viviendas y construcciones públicas como la iglesia y el cementerio. Según el municipio, alrededor de 1.600 viviendas resultaron irrecuperables sólo en la zona urbana y fueron 6.400 los damnificados.
Relato: Los voluntarios se movilizan
Al evidenciar el trabajo del voluntario de UTPCH después del terremoto, no cabe duda que se trata de un gran esfuerzo. La experiencia en sí conlleva de todo un poco y resulta ser una mezcla de fuertes emociones; se ofrece tiempo y energía no sólo para construir sino que para compartir o empaparse del sufrimiento de los más afectados, aunque sea sólo por un par de días. Debido a la urgencia de esta campaña llamada “Si la Tierra se mueve, ahora muévete tu”, han tenido que prescindir de comodidades; esto ha significado dormir poco mientras viajan largas horas en un bus o bien en el suelo, pasar frío o trabajar todo el día bajo el sol y a veces hasta varias horas pasadas de la medianoche. También ha sido crítico trabajar rápido para aprovechar al máximo las recaudaciones que han hecho posible esta gran campaña.
A veces, por un sin fin de razones, no todo resulta tan fluido y perfecto como se podría esperar. La organización de UTPCH no está ausente de problemas de coordinación, los cuales se ven reflejados en deficiencias en logística y ejecución de esta campaña a nivel nacional que se plasma también en terreno. Se han expresado críticas respecto a fallas en las construcciones, atrasos y errores en la entrega de materiales y errores en designación de mediaguas, lo cual es lo más frustrante para cualquier voluntario que ha viajado tanto para tener que esperar instrucciones. En este sentido, la comunicación y coordinación con otras instituciones desempeñando la misma labor no es eficiente. ¿Y quién tiene que ser primer testigo de esto y dar la cara por la institución en terreno?… está claro, son los voluntarios.
No obstante, para la gran mayoría de los voluntarios esto no es lo más importante y muchos no consideran que sean graves problemas dadas las condiciones. Jair Corbari Gallardo es un joven voluntario que ha trabajado con UTPCH desde después del terremoto y en esta campaña se desempeñó como jefe de cuadrilla. Cuando describe su experiencia durante este periodo su comentario refleja los sentimientos de muchos de los voluntarios, “ha sido muy gratificante la experiencia, ya que a pesar de que todos somos voluntarios es un trabajo muy esforzado … normalmente estamos llegando a las siete de la mañana al lugar de destino, habiendo dormido unas tres, cuatro horas … [estar] trabajando todo el día, a veces hasta las dos, tres de la mañana; dormir cuatro horas, de nuevo levantarse a las siete de la mañana para seguir trabajando el día domingo y marchar a la una de la mañana; llegar el lunes y volver a la rutina de siempre… es muy sacrificado pero reconfortante la experiencia, muy linda.”
Testigos: Las familias beneficiadas
Ver a los jefes de hogar de estas familias recibir su nueva modesta vivienda; con sus caras emocionadas y sus ojos envueltos en lágrimas que demuestran una mezcla de profundo dolor y gratitud, es algo increíblemente potente y real. Demuestra que el trabajo de reconstrucción efectivamente obtiene lo esencial, lo que importa. Pedro, uno de los quirihuanos beneficiados que junto a su padre y madre aceptó la vivienda en nombre de toda la familia, manifestó lo siguiente durante la breve ceremonia de entrega (que se realiza después de terminar cada obra): “Es difícil en estos momentos expresar lo que uno siente porque son tantas las emociones que a uno le vienen en este momento que no hallo como empezar, gracias por cada momento que vivimos juntos un ratito, compartimos un día, gracias por ese ratito, realmente, para nosotros es una realización tan grande tener una casita que es mucho de la nada que teníamos… gracias jóvenes, que tengan un buen regreso a sus casas».
No cabe duda que sus palabras son sinceras ya que siendo bombero, él mismo fue voluntario inmediatamente después del sismo. Afortunadamente, a pesar de los daños por ser unos de los sectores más cercanos al epicentro del movimiento sísmico, «no hubo ninguna víctima fatal», dice Pedro orgullosamente. Otro voluntario y jefe de cuadrilla conocido como Chavo, lleva diez años como voluntario y lo considera su vocación o mejor dicho su pasión. Estos acontecimientos críticos y el desencadenamiento de la solidaridad explica muy bien por qué el voluntariado se podría fácilmente convertir en una pasión.
Entrevista: Esteban Ibañez Miranda dirigente de la reconstrucción
En una entrevista, Esteban Ibañez Miranda, Director Regional Los Lagos de UTPCH, explica cómo se desarrolla el trabajo de reconstrucción a nivel regional y nacional. Él también fue voluntario desde el 2007 y luego de un año de trabajo fue contratado por la organización como Director Regional. Normalmente su papel se trata de ser el representante de la institución en la región y dirigir los programas de intervención que se desarrollan en campamentos, el cual siempre ha sido el foco de UTPCH. Esto implica dirigir el cuerpo de voluntarios que trabajan en los diez campamentos seleccionados en la región, seis en Osorno y cuatro en Puerto Montt. En toda la región de Los Lagos, UTPCH tiene aproximadamente 120 voluntarios fijos trabajando en campamentos y en la zonas de catástrofe; 55 son de Osorno y en Puerto Montt hay alrededor de 70.
El trabajo de reconstrucción fue una breve pausa y desviación de la nueva misión de UTPCH, englobada por el lema “2010 Sin Campamentos”, enfocada a la erradicación de campamentos. En este sentido, UTPCH se comprometió con el gobierno para cumplir gran parte del trabajo, la construcción de 20.000 mediaguas de un total de 45.000 requeridas a nivel nacional para las familias más afectadas en las zonas de catátrofe. (Durante este fin de semana se planeaba terminar las últimas 4.500 que faltaban para llegar a esta meta).
Durante las últimas cuatro semanas, el cuerpo de voluntarios de Los Lagos fue dirigido a construir mediaguas, principalmente a la región del Bío Bío, trabajo que se realizó durante todos los fines de semana. Este esfuerzo resultó en la construcción de 93 mediaguas y entre 40 a 50 más durante el pasado fin de semana. En total se movilizó alrededor de 1.090 voluntarios para esta labor.
Con respecto a las críticas que se han manifestado principalmente en los medios de comunicación sobre las construcciones de UTPCH, Ibañez declara que esta institución está realizando su función debidamente aunque no niega que han habido algunos problemas. Sobre la calidad de las construcciones, Ibañez no descarta la posibilidad que las mediaguas construidas por UTPCH tengan fallas, pero asegura que son las que menos se pasan de agua. El problema lo atribuye a la mala calidad de materiales proveídos, por ejemplo el hecho de estar la madera húmeda que luego se contrae cuando se seca. Otro factor es la falta de capacitación técnica de los voluntarios, que fue resaltado por la urgencia del asunto ya que las viviendas se necesitaban rápidamente y la institución no tiene un filtro de selección de voluntarios. No considera que hallan problemas organizativos dentro de la institución que pudieran afectar la calidad de las viviendas, hecho que lo justifica con los antecedentes de las construcciones hechas en los campamentos de la región de Los Lagos, que son alrededor de 600 construidas hasta la fecha, aclarando que ninguna se pasa de agua o ha sido objeto de un reclamo por parte de los habitantes.
En términos de recursos, revela que hubo un problema con el presupuesto de los fondos. Básicamente, el costo de las mediaguas incluye un porcentaje que desde un principio no fue contabilizado, este es el costo del transporte o flete. Además ésto se complicó más aun por problemas con los proveedores y la escasez de materiales. Subió el costo de cada vivienda, las cuales están avaluadas en $600.000 normalmente. De todos modos, este precio significa que el costo total de la construcción de las 20.000 viviendas es por lo menos de 12 mil millones de pesos. Del dinero recaudado por la Teletón “Chile Ayuda a Chile”, 15 mil millones de pesos fueron destinados a UTPCH, es decir que hubo un monto restante pero este ha sido utilizado para costos de logística, indica Ibañez. Cabe añadir que, aunque los cálculos son muy transparentes, algunos dirían que $600.000 es un precio relativamente elevado con respecto a precios en el mercado.
Por: Roxana Bestrín
Fotos gentileza de Jair Corbari Gallardo