Entrevista a Holden, tras su paso por el sur

647

Ver galería de imágenes

He vuelto a fumar, y eso, hasta ahora, ha traído un par de cosas buenas, como la tocata que ofreció  la banda franco-chilensis Holden el martes en la noche, en la Barra 77, un local relativamente nuevo que está algo oculto en la calle Doctor Martin, ocasión en la que presentaron su cuarto disco de estudio y tercero grabado en Chile, “Fantomatisme”.

Sin embargo, para llegar a este punto, debo retroceder unos cuantos días, precisamente hasta el jueves de la semana pasada, cuando me encontré a Javier Ferrand, fotógrafo que ubico por mi grupo de amigos, en el Mazzal, ese nuevo anti-antro comandado por Daniel (el mismo Massai Tattoo), y me acerqué a hablarle pues alguien me había comentado el rumor de que Javier algo tenía que ver con la producción del evento. No me equivoqué, y me dejó invitado para el sábado en la noche en La Casa Negra al lanzamiento de un blog construido con algunos de sus amigos,  y donde finalmente recalé. Ahí me presentó a Rita (¡Gracias por todo!), una simpática chica que es la gestora cultural que trabaja con el Centro Cultural Alameda, quienes fueron los que trajeron a Holden (con la formación de Arnele en voz y guitarra acústica, Mocke en guitarra eléctrica, y el compatriota Cristóbal Carvajal en samplers, sintetizadores y bajo) a Chile y quienes programaron esta extensa gira por el país, y que incluyó ciudades como Santiago, Concepción, Valdivia, Puerto Montt y Puerto Varas. Fue en esta última en donde Rita me dijo que no habría problema en entrevistarlos en el Hotel Meliá Patagonia. Así que el sábado me acosté tempranito y el domingo partí feliz a Puerto Varas, para terminar frente al confortable fogón del bar del hotel, hablando con la hermosa Armelle, vocalista de la banda:

    -          De más está preguntar el por qué de la relación que tienen Uds. con Chile, o sea, hay un chileno en la formación y vienen bien seguido, pero ¿por qué grabar acá? ¿por qué una gira tan extensa?

    -          Son dos cosas bien diferentes. El hecho de que grabemos acá se debe a que nuestro productor, el Sr. Coconut, es alemán, pero lleva ya diez años viviendo en Santiago, y es mejor para nosotros encontrarlo y grabar discos acá, porque hay estudios perfectos y es más tranquilo, nos sentimos muy bien fuera de todo el exitismo de París. Y lo de las giras, no sé, es una cosa que no sabemos directamente, pero hay gente que quiere vernos y por eso cuando estamos invitados, venimos.

    -          En vista de que alguna vez estuvieron en Puerto Montt, tocando en el Taytao, ¿qué diferencias notan entre el público de Santiago y el de regiones?

    -          La verdad es que no notamos gran diferencia, siempre nos entregan el mismo cariño, y eso es lo importante. En general son un público respetuoso y cariñoso a la vez.

    -          Uds. utilizan myspace e Internet como un soporte importante de difusión de su música, y acá se acaba de votar (en contra, afortunadamente) una ley que iba destinada a restringir el uso de Internet y a castigar a quienes compartían contenidos, ¿qué opinas de este fenómeno?

    -          Internet no se puede parar, y las leyes que hay ahora en contra de las descargas no valen nada, porque siempre hay caminos para bajar contenidos. Los descargadores profesionales, los piratas, siempre van a conseguirlo, y a mí no me molesta. Sin Internet nuestra música no sería conocida fuera de Francia, y me encanta que la gente pueda escucharla cuando quiera, aunque por supuesto que no vendemos tantos discos como al comienzo del grupo, así que tenemos que buscar nuevas formas de mostrar nuestra música, que es lo que desde un primer momento se quiere.

    -          Ahora las bandas han tenido que volver a tocar en vivo, más que centrarse en grabar, ¿es algo que les ha tocado?

    -          Sí y no. Es que nosotros queremos mucho el concepto del disco, escribir canciones y meternos en un estudio para estar todos juntos, encontrarnos, hacer música, eso es importante para nosotros, porque somos de la vieja escuela, tenemos la idea de que tener una banda también significa hacer discos para siempre. Pero igual tenemos que tocar mucho más, y la plata y la energía que no ponemos en los discos de estudio, que son más cortos ahora, la ponemos para las tocatas en vivo.

    -          ¿Has tenido oportunidad de ver y escuchar algo de la nueva música chilena en esta pasada?

    -          No, muy poco, la verdad. Hace algún tiempo que no escucho mucha música chilena. Lo último que fui a ver fue a Perrosky, la banda de los hermanos Gómez

    -          Hablando de música chilena, y de que incluyeron “La carta” de Violeta Parra en Fantomatisme, ¿por qué esa canción en específico? ¿por qué no otra de Violeta?

    -          Porque es una canción que me encanta, la conocía de antes, y tiene un mensaje muy fuerte para mí. Además, musicalmente, hacer un cover de Violeta Parra es como hacer algo de Velvet Underground, hay una cosa muy repetitiva, un ritmo perfecto para nuestra banda.

    -          Alguna vez John Lennon dijo que el rock francés era como el vino inglés. La verdad, yo no soy muy conocedor de la música de allá, salvo por Uds., Phoenix y alguna otra cosa, pero ¿en qué situación ven Uds. al rock de Francia?

    -          Pues no sé si puedo hablar de rock Francés, pero ahora están ocurriendo muchas cosas, hay bandas que están haciendo música mucho más libre que la que conoció Lennon en su días. Hay mucha más libertad en la lengua, más poesía y música moderna, muchas bandas interesantes. Podría darte nombres, si quieres.

    -          No creo que sea necesario, pero gracias… ¿Cuál es la búsqueda que Uds. intentan con su música?

    -          Primero, un sonido, que no es tan evidente, pero que nos marca la cabeza, algo muy “personal” para el grupo. La idea es que queremos algo que podamos escuchar en nuestra vida, y si la música viene del corazón, el público puede llegar a sentir lo mismo.

    -          ¿Cómo componen las canciones?

    -          Estamos siempre Mocke y yo buscando cosas, pero puede empezar con un sampler, un riff de guitarra, una palabra… es un poco como John Lennon y McCartney, nada nuevo.

    -          Para terminar, ¿qué ha sido lo que han disfrutado más de Chile? Fuera de las tocatas, claro

    -          La gente, definitivamente. Para nosotros es como estar bien lejos de mi casa, pero en casa. Hay algo tan agradable en la gente de acá, y lo digo con sinceridad. 

Luego de estas preguntas, me marché por el amplio corredor que llevaba hasta la entrada, encendí mi último cigarro y me devolví a Puerto Montt, a pesar de que los chicos tocarían en el mismo hotel dentro de un rato. Ya tendría oportunidad de verlos en la Barra 77, y fue una experiencia bastante intensa. Y es que era un ambiente muy íntimo, tanto que quedé a dos metros del escenario, con Mocke y Armelle frente a mí. Cantaron algunos temas del disco nuevo, como “Mia”, más algunos clásicos como “, “Charlie”, “Ce que je suis” o “Sur le Pavé”, y finalizaron con “La carta”, todo matizado con atinados usos de sintetizadores carentes de toda estridencia, samplers simples, líneas de bajo simples y bien ejecutadas, y guitarras cuya distorsión tampoco daba para estridencia, salvo en uno que otro instante. En medio del concierto, Mocke se bajó del escenario y se arrodilló frente a una chica para que tocaran la guitarra juntos, en un gesto que ya había realizado en su presentación Osornina. La chica, feliz. En otro momento, la hermosa Armelle pidió un cigarro, así que alargué mi mano y le ofrecí uno de mis Lucky Strikes, además de encendérselo. Estuve a punto de enamorarme en ese minuto, y justo Javier Ferrand estaba al lado mío para sacar LA foto del concierto. Así que, al igual que la otra chica, yo estaba feliz.

Luego de que terminara la tocata, me acerqué nuevamente a Mocke, ya que el domingo no me había podido conseguir una cámara, y no tuve más remedio que olvidarme de ello y postergar las fotos para el día de la tocata. El guitarrista accedió y nos sacamos unas cuantas, a pesar del tumulto que se había formado en torno a él, y yo me quedé deambulando por ahí para agradecer a Rita, que no apareció más. Ya tendré tiempo de hacerlo. Por ahora, enciendo otro cigarro, y escucho a Holden mientras termino esta nota…

Ver galería de imágenes

Por: Roberto Tito Sáez
Fotos: Luis Pérez Godoy