Un plato de porotos bajo el frio y lluvia de Puerto Montt, cocinado con un poco de incertidumbre e impotencia, plato de porotos con amargo sabor, no precisamente por falta de aliño sino por las condiciones en que los comensales se encuentran. Reunidos bajo el techo del quiosco en la Plaza de Armas, un grupo de personas acarrea grandes ollas, balones de gas y una cocinilla portátil, hacen una colecta de último minuto para comprar longanizas. Se trata de ex – trabajadores de las industrias salmoneras que hoy se encuentran sin una fuente laboral y con una mirada crítica por medidas que catalogan como «insuficientes».
El presidente de la Federación de Trabajadores de Industrias Pesqueras, Ricardo Casas, señaló que hace unos días encontró cartas entregadas el 3 de marzo de 2008 en el Palacio de La Moneda y en las carteras de Hacienda y Economía, en las cuales se pedía una reconversión laboral real, becas para los hijos de trabajadores y acceso a la vivienda, «hasta hoy no existe nada», recalcó Casas.
Expresó que no existe concordancia en el actuar de los servicios públicos «en una oportunidad hablamos con don Christian Luco – asesor de la Ministra del Trabajo – que dijo que en esta crisis los organismos debían trabajar en red, pero no hay nada concreto aún».
«En algún minuto planteamos la figura de un delegado presidencial, nos tomaron para la risa». Para el dirigente el próximo y fundamental paso es hablar con Francisco Aleuy – Subsecretario de Desarrollo Regional – «dándole a conocer que se necesita que lleguen las platas a la región, el asunto se ha centralizado».
Ricardo Casas estimó en 30 mil las familias que actualmente se encuentran afectadas por la cesantía, vinculadas al sector acuicola.
Por: Mauricio Sáez E.