El Senador y candidato a la Presidencia Alejandro Navarro manifestó su posición frente a la ley de Pesca en una de las zonas más afectadas por la crisis salmonera, Puerto Montt. Explicó que no está disponible para votar favorablemente si es que» la Industria no garantiza empleo permanente, estable y digno para un porcentaje básico y mínimo en una primera etapa y un desarrollo progresivo».
«Es una ley trucha, que busca entregar recursos de todos los chilenos a una industria que ha fracasado, que ha demostrado una grave irresponsabilidad y que por cierto suscita una enorme desconfianza», añadió Navarro, cuestionando la credibilidad de la industria salmonera en cuanto a otorgar garantías precisas de un cambio de conducta de las empresas del área.
Consideró preocupante que un recurso perteneciente a todos los chilenos pueda hipotecarse «donde al menor problema financiero de las empresas, el uso del borde costero puede pertenecer a los bancos», sostuvo.
Navarro reconoció el crecimiento económico en la zona por la industria salmonera, pero fustigó el accionar de las mismas al no garantizar el cuidado de los empleos y el medio ambiente, recordando la tramitación de la ley Corta de Pesca, vigente hasta el año 2012 «cuando se votó, miles de trabajadores fueron movilizados por las empresas al Congreso a exigir que los parlamentarios voten esa ley, protestaron gritando mi nombre porque voté exigiendo un contrato social, porque advertí que la industria iba a reducir dramáticamente el empleo… el 60 por ciento de la flota fue despedida».
Junto a Jorge Cumming, dirigente de la ANEF y CUT, Navarro mencionó que el proyecto de la ley de Pesca considera un escaso aporte para el Estado «de las 10 mil hectáreas en poder de las concesiones ya otorgadas, ingresan 73.700 pesos por año lo que constituye el 0,2 por ciento de las utilidades de la industria salmonera y el 0.053 por ciento de sus ventas». Planteó, finalmente, la necesidad en que existan impuestos regionales y royalty.
Por: Mauricio Sáez E.
Foto archivo: Luis Pérez Godoy