A eso de las 2:30 de la madrugada de hoy, arribo al molo del embarcadero Skorpios, el buque Chacabuco. La nave traía a unos 400 chaiteninos que visitaron su pueblo en busca de los pocos bienes que quedaban en sus hogares.
Sin embargo, el panorama de Chaitén, es dantesco, debido a que es posible ver casas sumergidas en el agua, y en algunos sectores las capas de ceniza alcanzan los cinco metros de espesor.
Esta situación hace imposible que en un corto plazo los habitantes de Chaitén vuelvan a su tierra para reconstruir sus hogares. Frente a este panorama, una de las pocas noticias positivas, es el hecho que el cauce del río Blanco se encuentra bajo control, sin embargo, las emanaciones de toxinas provenientes del volcán Chaitén no disminuyen.
Por otra parte, a partir de este próximo lunes, se reabrirá el embarcadero de Chaitén, para que se desplacen camiones hacia el sur.
Por: Jim Andrade.
Fotos: Luis Pérez Godoy.